El ex colaborador de Paul Schäfer que huyó del país en mayo pasado cuando fue condenado a cinco años y un día por abuso de menores, vive en Niederrhein, al sur de la ciudad de Krefeld. Ahí recibe la ayuda de la iglesia evangélica que dirige el pastor Ewald Frank, que ya ha protegido a ex colonos prófugos. Ni la policía ni la justicia alemana buscan a Hopp, porque aún no reciben desde Chile alguna orden de detención o extradición. Vive con total normalidad y solicitó la “ayuda social” del Estado alemán para cobrar una pensión, pagar arriendo y cuentas de servicios básicos.
Fuente: CIPER Chile.
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