miércoles, 21 de marzo de 2012

Los Curas adúlteros con mujeres y con hijos


Vuelvo después de unas vacaciones a escribir algo que me he ido enterando, como católico me indigna la actitud indiferente, hípócrita de muchos hermanos sobre todo de algunos que han entregado su vida a Dios de por vida, en el Sagrado Ministerio del Sacerdocio, como también admiro la Santidad valiente, generosa de muchos e incontables hombres de Dios que tal vez nunca serán noticia.
Cuándo un hombre deja a su legítima esposa y se va con la querida comete pecado de adúlterio condenado por el noveno mandamiento "No desearás la mujer de tu prójimo", pero que sucede con el sacerdote en este caso lo llamo "cura" despectivamente, cuándo saca la vuelta a Dios, destroza su celibato y se va con una de sus "amigas" "queridas", lógicamente comete un pecado mucho mas grave (por que al que mucho se le dió mucho se le pedirá; cuándo uno mas alto esté, mas duro es la caída), pecado grave de infidelidad, de adulterio espiritual, y peor de los casos en algo cobarde, por que no asume su responsabilidad como hombre, huye camufladamente a otro lugar dejando detrás de si dos vidas destrozas: la vida de una mujer (por tonta) y de un niño (inocente, y que pena en el futuro le dirán que su padre es un cura o es hijo de un cura). Como de Dios nadie se burla, pues tendrá que dar cuentas de todo esto ante el Ser Supremo que todo lo ve.
¿Y donde se refujian estos malos elementos?, cobardemente, poco hombres, se van a otros "refujios de pecadores" como son las jurisdicciones eclésiasticas, especialmente el CASTRENSE, "refugium pecatoribus". Una vez escuché por allí que mejor es un buen sacerdote que 10 malos curas, esto debería tener en cuenta los Obispos, y no admitir a cualquiera especialmente a los que andan con llaga o con rabo y cachos.
Estos pobres hombres hundidos en la miseria que van a predicar, si el primer predicador es fray ejemplo, que van a decir sobre temas tan importantes como la fidelidad matrimonial, vocacional, sobre la pureza, la entrega, la generosidad, el amor verdadero, la fe total a Dios...creen que un chico que ve esto iría ilusionado al seminario? etc, si ya llevan en sí una doble moral, una doble vida de iniquidad... son los traicioneros, los falsos maestros del que hay que tener mucho cuidado como nos advierte el Apóstol San Pedro.

También conozco a algunos ex sacerdotes, que fuerón sinceros, valientes, consecuentes con sus actos... al darse cuenta de que no estaban a la altura de su misión pidierón la reducción al estado laical o como lo llaman la pérdida del estado clerical.
Y hoy son ejemplos de laicos, de cristianos, que se ganan la vida como cualquiera de nosotros, y no transquilan a las ovejas del rebaño de Cristo ni se sirven de la Santa Iglesia.

Pidamos a Dios que purifique su iglesia.........

 
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